Relatos misteriosos sin recuerdos
Alegorías transparentes e incesantes,
Desconocidas y sin merito.
Me hundí, me fui hundiendo
Aunque de apoco reflotan
Sueños desteñidos, agraviados,
De apoco nos vamos quedando ciegos,
Hostiles y con ella… vanidad urbana.
¡Suplicios!
Almas, apelmazadas y ahuecadas
Van quedando ásperas,
Bañadas en escarcha.
Humea el tronco que ya no da calor.
Feroces e inmensos fantasmas
Se aniquilan entre sí.
Seres violentos ansiando ejecutar.
De apoco reforzamos armaduras de cartón,
Tallamos garras,
Ganando infiernos.
Vanidad urbana
Tanta sangre entre pocas almas.
Vaho de mentes,
Aniquilan miradas…urbanidad.
Agrumada, infeliz, cansada,
Ulcerada, descompuesta, fermentada;
Realidad que nos obliga a matar,
Y hasta no poder diferenciar,
Que el amar no tiene precio
Y soñar nunca es en vano.
Putrefacta urbanidad,
Ya no hieras,
No mientras,
No emboces.
Yo sí lo sé, ¡estás rancia!
Me gusta..
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
De acuerdo en todo...
ResponderEliminarDura y certera mirada de la urbanidad tan putrefacta que apesta!
besosss
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta ..
ResponderEliminarve mi blog notlikearainbow.blogspot.com
Graciass, te sigo.. un gusto
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